En la burocracia estatal todo es incertidumbre por la reforma a la Ley Orgánica de Entidades Paraestatales, no saben cómo impactarán los cambios que llegarán.
Los diputados desconocen lo que cambiaron o porque lo hicieron, se limitan a recibir instrucciones y darle para adelante, sin importar consecuencias, ni analizar más allá del acordeón que recibieron.
Argumentan que harán más eficiente el ejercicio del gasto público, además de establecer criterios justos y proporcionales en las remuneraciones de quienes están al frente de los organismos paraestatales.
A que se refieren con criterio justo, quien lo analiza o lo aprueba, acaso son los secretarios de Finanzas o Contraloría, sólo ellos lo saben.
Y no se trata de defender a personajes como los que están al frente del Instituto Tamaulipeco del Deporte, MANUEL VIRUES; Instituto Tamaulipeco de la Mujer, con MARCIA BENAVIDES o el Director del Instituto de la Cultura y las Artes, HÉCTOR ROMERO LECANDA.
En el caso de VIRUES y BENAVIDES no tendrán problema de quedarse en el cargo sea cual sea la decisión que tomen respecto al nivel administrativo.
Si los bajan de directores general a directores de área no tendrán problemas, aceptarán la decisión sin chistar, tendrán decenas de argumentos para justificar eso que llaman lealtad, pero que en realidad es amor al presupuesto y al saqueo.
En el ITD no terminan los abusos y desviaciones, ya existe una investigación contra el ex director MANUEL RAGA, pero no avanzan, en Morena se protegen unos a otros.
En el caso de MARCIA, los abusos no desaparecen, persisten las irregularidades en la dependencia.
Ni MARCIA, ni VIRUES piensan en renunciar a sus cargos, ellos siempre verán la manera de recompensar lo que perdieron. Recibieron un gran premio, pues no tienen la capacidad para ejercerlo y cometieron su primer acto de corrupción al aceptar un deber para el que no estaban preparados.
Sin embargo, el caso de HÉCTOR ROMERO LECANDA es diferente, pues fue en una visita al Palacio de Bellas Artes, donde el gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA le hizo la invitación para ocupar la titularidad del ITCA.
De acuerdo a la crónica oficial, AMÉRICO, acompañado de la doctora MARÍA DE VILLARREAL y SILVIA CASAS, secretaria de Bienestar Social fueron hasta la ciudad de México a extenderle la invitación.
Le ofrecieron las más altas expectativas, allá en la ciudad de México, ocupaba la Subdirección General del Instituto Nacional de Bellas Artes, uno de los cargos más importantes en la cultura al que podía aspirar un tamaulipeco.
HÉCTOR, nativo de Nuevo Laredo, aceptó la invitación y anunció que esta lista para impulsar la cultura en Tamaulipas.
En la ciudad de México gozaba de fama y fortuna, era un pez en el agua en el mundo cultural, tenía oportunidades, pero se decidió por encabezar los esfuerzos culturales en Tamaulipas.
HÉCTOR ROMERO LECANDA cuenta con más de 30 años de experiencia en la gestión cultural, tanto en la sociedad civil como en el servicio público a nivel municipal, estatal y federal.
El neolaredense no tiene miedo a emigrar, no le molesta cambiar de trabajo, seguramente tiene más ofertas en la ciudad de México, además de que nunca pudo adaptarse al cargo en Tamaulipas.
Ahora está listo para marchar, no le gustaron las reformas que lo denigran y bajan de nivel es mucho para su orgullo como director general.
Es la primera renuncia por la torpe política de recortes y descuentos de la 4T en Tamaulipas.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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