“Pienso luego existo” es una de las frases más célebres de la historia del pensamiento. Pero, ¿qué significa exactamente esta frase? ¿Cómo llegó Descartes a ella? ¿Qué consecuencias tiene para la filosofía y el conocimiento? Pues bien, a continuación, intentaremos responder a estas preguntas y mostrar la relevancia de esta frase para la comprensión de la condición humana.
¿Qué significa Pienso y Luego Existo?
La frase “Pienso, luego existo” se refiere a que la existencia es la condición necesaria para el pensamiento. Es decir, no se puede pensar sin existir, pero se puede existir sin pensar, por lo que si una persona está pensando, eso implica que existe. Esta es la primera certeza evidente que el autor de la frase encuentra en su búsqueda de la verdad, y que le sirve como fundamento de todo su sistema filosófico.
Además, su autor explica que esta frase es una idea clara y distinta, que no depende de ninguna otra cosa para ser verdadera. Es decir, no importa si el mundo exterior es una ilusión, o si hay un genio maligno que nos engaña, o si estamos soñando, lo único que no podemos negar es que estamos pensando, y que al pensar, somos. Esta es la única verdad que resiste a la duda metódica, el método que el autor usa para descartar todo lo que no es evidente.
El origen de la frase
La frase fue formulada por el filósofo y matemático francés René Descartes (1596-1650) en su obra Discurso del método (1637). Con esta afirmación, Descartes dio inicio al racionalismo moderno, una corriente filosófica que sostiene que la razón es la única fuente de conocimiento verdadero y que no se debe confiar en los sentidos ni en la tradición.
Descartes formuló esta frase en el contexto de su proyecto filosófico de encontrar una verdad absoluta, que fuera indudable y que sirviera como base para el conocimiento de todas las demás cosas. Además, Descartes se inspiró en las matemáticas, que consideraba el modelo de la ciencia, y quiso aplicar el mismo método deductivo a la filosofía y para ello, estableció cuatro reglas:
- No admitir nada como verdadero que no sea evidente.
- Dividir los problemas en partes más simples.
- Ordenar los pensamientos de lo más simple a lo más complejo.
- Revisar todo lo hecho para evitar errores.
Siguiendo estas reglas, Descartes empezó a dudar de todo lo que había aprendido hasta entonces, tanto por los sentidos como por la autoridad. Así, llegó a la conclusión de que no podía estar seguro de nada, excepto de que dudaba, y al dudar, se dio cuenta de que pensaba, y al pensar, se dio cuenta de que existía.
La importancia de la frase
La frase “Pienso, luego existo” tiene una gran importancia para la filosofía y el conocimiento, ya que representa un cambio radical en la forma de entender la realidad y el sujeto. Con esta frase, Descartes inaugura el racionalismo moderno, que se caracteriza por:
- Dar prioridad a la razón sobre los sentidos, la experiencia y la tradición.
- Buscar principios universales y necesarios que expliquen la naturaleza de las cosas.
- Usar el método deductivo para derivar conclusiones a partir de axiomas evidentes.
- Considerar al sujeto como una sustancia pensante, distinta y separada de la sustancia extensa (el cuerpo y el mundo material).
Descubre más desde Cronista
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.