El domingo, en otro Juego de las Estrellas de la NBA que destacó por la falta de defensas, el combinado de la Conferencia Este logró una victoria histórica al vencer al Oeste por 211-186. Este encuentro, marcado por la ausencia de intensidad defensiva, fue testigo de una exhibición de talento ofensivo, rompiendo récords con una puntuación combinada de 397 puntos, superando por 23 la marca previa en las 72 ediciones anteriores del evento.
Damian Lillard fue elegido como el MVP del partido, a pesar de una destacada actuación de Karl-Anthony Towns, el pívot dominicano-estadounidense del Oeste, quien anotó 50 puntos, la mayoría en la fase final del juego cuando las defensas eran prácticamente nulas. LeBron James también alcanzó un récord al participar en su vigésima segunda edición del All-Star Game.
Ambos equipos optaron por ignorar los llamados de la NBA para aumentar la intensidad defensiva, ofreciendo al público de Indianápolis una exhibición de volcadas, pases espectaculares y un impresionante total de 168 triples lanzados, de los cuales 67 encontraron su objetivo.
El comisionado de la NBA, Adam Silver, entregó el trofeo de campeones al equipo de la Conferencia Este, felicitándolos por establecer un nuevo récord de puntos. A pesar de los abucheos desde la grada del Gainbridge Fieldhouse, Damian Lillard se llevó el premio MVP con 39 puntos y 11 triples, superando la destacada actuación de Tyrese Haliburton, estrella local de los Pacers, quien registró 32 puntos y 10 triples. Giannis Antetokounmpo, capitán del Este, expresó su satisfacción por el rendimiento del equipo y la diversión en el encuentro.
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