Actualmente el Instituto de las Mujeres en Tamaulipas, tiene conocimiento de seis casos de violencia vicaria, sin embargo, Marcia Benavides Villafranca, estima que hay más, pero por miedo las madres, principalmente, no denuncian por temor a perder la convivencia con sus hijos.
“Son temas densos, donde las mujeres agotan sus ahorros en abogados, enfrentan juicios en distintos estados y viven una revictimización institucional”, explicó.
¿Qué es la Violencia Vicaria?
La directora general del Instituto de las Mujeres en Tamaulipas, detalló que la violencia vicaria “significa violentar a través de una persona, en este caso hijas o hijos, a la madre; o sea, hay un medio a través del cual se perpetúa, no es directa”, refirió.
Y comentó que, generalmente se presenta en momentos de separación y es perpetrada por el progenitor.
“Se presenta cuando los hombres sienten que perdieron el control, (…) porque ya no tienen contacto con esa persona; entonces, utilizan a sus hijos e hijas como medio de dominio para provocar daño y angustia a las madres. Se observa en el incumplimiento con lo acordado con el régimen de visitas (…), también buscan tener la guarda y custodia sólo con el fin de dañar a las mujeres al saber que es uno de los dolores más fuertes que pueden experimentar”, precisó la funcionaria.
Benavides Villafranca, también reconoció que, aunque existen casos de alienación parental ejercida por mujeres, las estadísticas muestran que la violencia vicaria afecta mayoritariamente a ellas.
Retos Legales y el Panorama en Tamaulipas
Mencionó que el hecho de que esta violencia esté en la ley “implica que en los tipos penales existentes debe identificarse cómo se perpetúa la violencia vicaria. Por ejemplo, el delito de violencia familiar puede comprender la económica o patrimonial, que están enunciadas en la ley”.
“En sí misma la violencia vicaria configura una conducta prohibida y en el momento en que se pruebe hay una sanción específica para ella”, agregó, remarcando que es relevante que esté en la ley porque con ello se puede hacer política pública, y establecer medidas preventivas y de protección.
Por otra parte, reveló que durante el primer semestre del año, el Instituto atendió más de ocho mil 500 atenciones en todo el Estado, con especial énfasis en Victoria y Tampico, donde se concentra la mayor incidencia de violencia de género.
La Necesidad de Trabajar con los Hombres
Subrayó que el aumento de casos puede responder tanto a una mayor conciencia y denuncia por parte de las mujeres como a una persistente violencia estructural.
“Nos falta trabajar con los hombres, es necesario abordar la masculinidad desde una perspectiva preventiva, precisamente para evitar los diferentes tipos de violencia”, expuso Benavides Villafranca.
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