El gobierno de México podría demandar a la empresa aeroespacial Space X, propiedad de Elon Musk por la contaminación ambiental que generó en Tamaulipas el pasado 19 de junio.
Investigaciones sobre la contaminación en Playa Bagdad
Según explicó el subsecretario de Medio Ambiente en Tamaulipas, Karl Heinz Becker Hernández, las autoridades federales continúan con las investigaciones sobre una posible contaminación en Playa Bagdad, tras la explosión del Starship 36, que generó impacto en el ecosistema.
El funcionario de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (SEDUMA), precisó que el caso está en manos de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), sin embargo el gobierno local está dándole seguimiento de manera paralela, para determinar las posibles acciones.
Colaboración con PROFEPA y seguimiento de la situación
«No estamos directamente a cargo, pero hemos estado en contacto y colaborando con PROFEPA, la Procuraduría Ambiental y Urbana de Tamaulipas ha acompañado parte del proceso”, expuso.
Si bien fueron encontrados tanques de gas, chapas de acero y partes de aluminio en la playa de Matamoros, luego de la explosión del cohete Starship de la empresa Space X, la posibilidad de cerrarla, por un posible riesgo ambiental, dependerá exclusivamente de lo que determine la PROFEPA.
Posibles violaciones a leyes internacionales
“Porque se trata de un cuerpo de agua bajo jurisdicción federal, dentro de un área natural protegida, hay que esperar los resultados, todo depende del tipo de residuos que se encuentren y del impacto que representen. En función de eso, se evaluarán las acciones a tomar”, determinó Becker Hernández.
El subsecretario de SEDUMA, comentó que hasta donde se tiene conocimiento por parte del Gobierno del Estado, es que la administración federal realiza una revisión de las leyes internacionales, pues hay indicios de que se están violando, y a partir de ahí se iniciará un proceso, porque en efecto sí hay contaminación.
Apenas el pasado fin de semana, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) tomaron evidencia sobre el impacto ambiental que provocó la basura espacial de la compañía SpaceX que cayó en las orillas del Río Bravo y en la Playa Bagdad, en Matamoros, tras la explosión del Starship 36.
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