Europa se enfrenta a una ola de frío para el presente mes de marzo, la cual podría traer consigo posibles nevadas en países como Reino Unido y Alemania. Esto podría implicar un aumento en la demanda de gas a medida que la temperatura siga en descenso, a fin de mantener los hogares calientes.
Se espera que las temperaturas lleguen a estar por debajo de lo normal en gran parte de Europa, e incluso, se estima que llegue a nevar a principios del mes, según datos de Maxar Technologies Inc. y de Atmospheric G2. Esta situación climatológica se debe a lo que han denominado “calentamiento repentino estratosférico”. El fenómeno provocará un frío extremo en el hemisferio norte.
Sin embargo, este cambio metereológico se produce cada vez que se acerca el final del invierno suave. De hecho, fue esto precisamente lo que ayudó a que Europa conserve el almacenamiento de gas al máximo y así, evitar un posible escenario apocalíptico por apagones en las crisis energéticas. A pesar de ello, un marzo demasiado helado podría agotar las reservas de gas.
Esto también se produce después de que las tormentas de nieve llegaran a Estados Unidos, y fuera Nueva York la ciudad más afectada. Sin embargo, el clima templado que experimentó Europa durante el invierno ayudó a que los precios de la gasolina cayeran en hasta un 80% desde el mes de agosto. Esto ayudó también a que baje la presión que ha ocasionado la alta inflación, y que se mantengan las reservas de gasolina.
Por su parte, los meteorólogos han detectado signos de un calentamiento repentino en la estratosfera desde el mes pasado. Esto será lo que causará unas bajas temperaturas en el norte, centro y oeste de Europa. Además, esta ola de frío se estima que se mantenga durante todo el mes de marzo y quizás hasta principios de abril.
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