Una tarea civil más. Ahora el Ejército tendrá una línea aérea con fines comerciales, cuyo nombre sería Mexicana de Aviación. Su nave insignia: el avión presidencial TP-01, que no se ha vendido y sería usado para vuelos turísticos.
Ayer, el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que la administradora sería la misma empresa castrense que tiene el Tren Maya y el AIFA.
La flotilla, además del TP-01, sería de 10 aviones rentados.
«Hay muchos sitios a los que no se puede llegar por avión porque no son atendidos por las líneas actuales», consideró el Mandatario sobre las rutas que cubrirá esta aerolínea a estrenarse en 2023. El avión presidencial podría ser enviado, estimó, sólo a vuelos largos.
«El avión presidencial cuesta mucho operarlo, nos ahorramos todo eso. Al pasar a esta empresa se va a rentar también para vuelos largos de aquí a Tijuana o Europa en 10 horas sin recarga de combustible», dijo.
Conforme los documentos encontrados en el hackeo de Guacamaya, el Ejército tiene que pagar a Banobras mil 725 millones de pesos más intereses de arrendamiento.
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