Estudiantes de Tamaulipas crean biorreactor que utiliza residuos agroindustriales para producir energía limpia y sostenible. Estos se tratan de un equipo de estudiantes e investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), los cuales han logrado un importante avance en el ámbito de la producción de biocombustibles, al crear un biorreactor que transforma residuos orgánicos en energía.
Un biorreactor innovador y eficiente
El biorreactor es un aparato que permite realizar reacciones químicas para obtener productos de interés, como medicamentos, fertilizantes, cerveza, etanol o biogás. Estos productos pueden tener diversos usos, desde la salud y la agricultura hasta la industria y el medio ambiente.
Sin embargo, el biorreactor desarrollado por los estudiantes de la Unidad Académica Multidisciplinaria Reynosa-Aztlán (UAMRA) se distingue por su capacidad para realizar reacciones en tiempo real con una gran precisión. Esto ayuda a mejorar notablemente el rendimiento de la producción de biocombustibles.
De hecho, según explicaron los académicos de la UAT, mientras que un reactor convencional tiene un rendimiento del 14% al 16%, el suyo ha alcanzado un 31%. Esto significa que el biorreactor es más eficiente y produce más energía con menos recursos.
Además, el biorreactor genera un subproducto que puede tener un valor económico y social, ya que puede servir para el autoempleo y la creación de nuevos productos, beneficiando así a la región.
Un proyecto que aprovecha los residuos agroindustriales
Otro aspecto destacado del proyecto es su enfoque innovador en el uso de la biomasa, es decir, la materia orgánica que se utiliza como fuente de energía. En este caso, el biorreactor utiliza residuos agroindustriales como las fibras de mahuacatas, guamúchil y lirio, que normalmente se desechan.
Estos residuos se convierten en materia prima para la síntesis de biocombustibles, lo que ofrece una solución sostenible y que aprovecha recursos infrautilizados. De esta manera, el proyecto contribuye a la protección del medio ambiente y a la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles.
Los estudiantes responsables del proyecto son Natalia Pérez Montelongo, Érick Iván Lara Carrillo y Maximiliano Ortega Ramírez. Ellos, han contado con la asesoría de Juan Roberto de la Torre Escareño, profesor e investigador de la UAMRA.
Los jóvenes ya se preparan para participar en la Feria Mexicana de Ciencias e Ingenierías (Femeci) 2024 que se celebrará en Aguascalientes. Esto, con el objetivo de convertir el reactor en un sistema totalmente inteligente, mediante la incorporación de un algoritmo de aprendizaje automático y realidad virtual para su control remoto.
Desde aquí, les damos la enhorabuena a los estudiantes e investigadores de la UAT por la realización de un biorreactor innovador, que transforma residuos en energía. Sin duda, se trata de un proyecto que demuestra el talento y el compromiso de la comunidad académica de Tamaulipas con el desarrollo científico y tecnológico del país.
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