Bad Bunny vuelve a hacer en centro de la atención en los Latin Grammy, y es que en esta edición vibrante efectuada en Las Vegas, el puertorriqueño se robó, por así decirlo, “la foto”.
Llegó a la gala con 12 nominaciones, y fue desde el principio el favorito de muchos, y con más posibilidades de romper la noche. De esas 12 nominaciones, se llevó nada más cinco, entre ellas: Mejor Álbum del año, gracias a: DeBÍ TiRAR MáS FOToS, un proyecto que sin duda, fusionó sus raíces con la evolución sonora que ha marcado su última trayectoria.
El artista marcó el ritmo del evento, cargado de emoción, y a pesar de que su expectativa era monumental, también otros artistas lograron su propio momento de brillo, que quedó registrado en la noche.
Además del álbum del año, el artista se coronó con Mejor Interpretación Urbana/Fusión Urbana con DtMF, Mejor Interpretación Reggaetón, Mejor Canción Urbana, Mejor Álbum de Música Urbana.
Al recibir su premio por el proyecto “DeBÍ TiRAR MáS FOToS”, el artista aprovechó y dedicó su galardón a la comunidad latina, especialmente a todos los niños de Latinoamérica y Puerto Rico, “No paren de soñar”, dijo.
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