Monterrey- Tan explosivo como los fuegos pirotécnicos que adornaron anoche su Justice World Tour y dieron brillo al Estadio Mobil Super (antes de Beisbol Monterrey), la estrella canadiense se anotó un sold out en el arranque de su gira por México.
Frenéticos 27 mil asistentes (cifra oficial) lanzaron repetidamente su grito de batalla «¡Justin, Justin, Justin!» para dar la bienvenida al cantante de 28 años.
Acompañado por 10 bailarines y cinco músicos, a las 20:40 horas el estallido de gargantas enmarcaron el inicio del espectáculo.
Niños, jóvenes y adultos fueron testigos de la tercera visita del artista a la Ciudad y de su entrega total.
Desde el primer tema, «Somebody», las «beliebers» pusieron su alma a merced de Justin, quien desfiló y bailó por la pasarela de su escenario.
Quienes lo tuvieron cerquita en cancha subieron a las sillas para apreciarlo mejor. En cambio, los asistentes de gradas enfocaron sus miradas y dirigieron sus celulares al conjunto de nueve pantallas desplegadas a lo ancho del escenario.
Si para las incondicionales «beliebers» fue inolvidable su cita con el canadiense, para él también fue especial cuando les lanzó en un claro español «te amo, te amo, te amo».
«Hold On», «Deserve You», «Holy», «Where Are U Now», fueron parte del setlist que lo mismo puso a bailar a las regias, aunque también las invitó a gozar de una romántica noche.
Su liderazgo no solo lo enfocó en entretener a través de su música, además compartió un mensaje de hermandad, al mostrarse en contra del racismo que no solo afecta, dijo, a Estados Unidos, sino al mundo.
«Todos somos parte de este universo y del planeta. Yo y todos podemos hacer la diferencia. Podemos defendernos del racismo».
El aplauso masivo de sus fans fue una muestra de apoyo a su mensaje.
Como parte de su producción incluyó una plataforma que lo elevó por lo alto mientras cantó «All That Matters».
Justin estuvo bien acompañado por el coro masivo de los regios que celebraron su repertorio: «Yummy», «Sorry», «As I Am», «Lonely», «Boyfriend» y «Baby».
Aunque la noche lo abrazó con un cálido y húmedo clima, Justin entró en calor y no dudó en desnudar su pecho y mostrar los tatuajes que lo adornan.
Ver su torso desnudo desbordó las pasiones y una algarabía que no cesó.
Frente al piano de cola color blanco, el artista interpretó «Peaches» y nuevamente se dirigió a la audiencia para agradecer.
«Dios gracias por La Paz. Dios gracias por el confort. Dios gracias por la justicia. Gracias a las ‘beliebers'».
Para despedir su Justice World Tour, Justin Bieber dejó para el último su tema «Anyone», mientras en las pantallas se proyectaron fotos de su álbum familiar junto a su esposa, la modelo Hailey Baldwin.
En español y en inglés, para que a los 27 mil asistentes les quedara bien claro, a las 22:20 horas la estrella de la música pop despidió su explosivo espectáculo con un «te amo, te amo, te amo».
Aunque el show pintó miles de sonrisas por su dinamismo y calidad de producción, las fans más férreas del intérprete, esas que están al tanto de todos sus movimientos y los detalles de su tour mundial, extrañaron la coreografía sobre un avión de utilería que presentó en plazas anteriores y no en Monterrey.
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