Entre agosto y septiembre, la inflación alimentaria comió el bolsillo de los hogares mexicanos, toda vez que el precio promedio de la canasta básica, integrada por 44 productos fue de 1,979.15 pesos, lo que representa un incremento mensual de $12.79 pesos, equivalente a 0.65%.
El análisis mensual de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), advierte que productos esenciales como la cebolla, el tomate verde, la papa, el papel higiénico y el jabón de lavandería registraron los mayores aumentos entre agosto y septiembre, siendo los estados de Tlaxcala, Baja Calidad Sur, Chiapas, Sonora y Guanajuato, lo que registraron mayor encarecimiento.
Alimentos se han Encarecido 33% en la Era Post-COVID
En este contexto, Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC, subrayó que los alimentos en México se han encarecido 33 por ciento en la era post COVID-19, pulverizando los avances salariales y los apoyos sociales.
Aunque 22.5 millones de mexicanos han salido de la pobreza extrema, el 70 por ciento de la población sigue sufriendo los efectos de la inflación alimentaria. En 14 millones de hogares, hasta 90 centavos de cada peso se destinan exclusivamente a la compra de alimentos.
Cuestionan Aumento de Impuestos a Bebidas
Rivera cuestionó que, en lugar de aliviar esta carga, se proponga un incremento draconiano del 87 por ciento al IEPS en bebidas saborizadas, extendiéndolo incluso a las bebidas light que antes estaban exentas.
ANPEC sostiene que aumentar la carga fiscal en este entorno no tiene nada de saludable. Por el contrario, representa un golpe directo al tejido social y a la economía popular.
“No es opción aumentar ni crear impuestos que cancelen empleos y fomenten la informalidad, que al final del día financia la criminalidad que azota al país”, concluyó.
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