La ex diputada, Alejandra Cárdenas Castillejos, lamentó que al menos 200 jueces en Tamaulipas, con algún tipo de irregularidad en el ejercicio de su función, sigan al frente de los casos de violencia familiar, toda vez que precisó, “están vulnerando los derechos de las madres y niños”.
Advirtió que la falta de sanciones contra jueces con antecedentes de irregularidades está dejando sin protección a mujeres y niños víctimas de violencia vicaria en Tamaulipas.
“Que se investigue a todos estos jueces que han incurrido en faltas sobretodo cuando tiene que ver con la violencia en los derechos de los niños”, sostuvo la ex legisladora local.
Cárdenas Castillejos, denunció que, en casos recientes, se han cometido violaciones a procedimientos jurídicos, como la jueza Roxane Ibarra Canul de la zona sur, la cual debe ser vigilada por el nuevo Tribunal de Disciplina Judicial.
“Que pongan atención a estos casos de jueces que tienen denuncias y que son denuncias recurrentes y que están repitiendo en el cargo. Como recomendación, queremos una justicia como tal, y que se erradique la violencia contra las mujeres”.
La también impulsora de la Ley de Violencia Vicaria en Tamaulipas, llamó a las víctimas a buscar ayuda en instituciones, asociaciones civiles y círculos cercanos.
“Aprovecho el espacio para que sepan que cuentan conmigo si están viviendo alguna situación donde estén sufriendo cualquier tipo de violencia… sí es importante pedir ayuda porque hoy hemos avanzado tanto que hay toda una red de apoyo que está con las mujeres”.
Explicó que este tipo de agresión “apenas hace no más de dos años, tres años que ya se estableció, se visibilizó como un tipo de violencia en el Estado” y que, desde entonces, “obviamente es un largo camino que se tiene que recorrer”.
Subrayó que se trata de “el tipo de violencia más cruel que existe porque no es solamente la violencia hacia la mujer, sino es la violencia hacia la mujer utilizando a los hijos para lastimar a la mujer. Y en ese sentido también estás dañando, por consecuencia, a los infantes”.
Desde la colectiva 50+1, de la que forma parte, aseguró que trabajan en “cómo hacer programas, cómo acercarnos con las mujeres para que reconozcan estas alertas antes de que se convierta en un peligro, que se convierta en un en un acto donde hay una consecuencia irreparable”.
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