Tras la toma del poder del gobierno afgano por parte de los talibanes en el 2021, Afganistán se ha transformado súbitamente en el país más opresivo del mundo para las mujeres; de acuerdo con lo comunicado este miércoles Naciones Unidas en un comunicado emitido con motivo del Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo.
Las autoridades afganas se centran casi exclusivamente en «imponer reglas que atrapan a la mayoría de las mujeres y niñas en sus hogares», se mencionó en el artículo.
A pesar de las promesas iniciales de adoptar una postura más moderada, los talibanes introdujeron reglas restrictivas después de retomar el poder en agosto de 2021, que precedió a la retirada de las tropas estadounidenses y las fuerzas internacionales del país después de dos décadas de guerra. A las mujeres tampoco se les permite trabajar en ONG internacionales y deben cubrir sus cuerpos de pies a cabeza mientras usan burkas.
«Afganistán bajo los talibanes sigue siendo el país más opresivo del mundo en términos de derechos de las mujeres, y es doloroso ver sus esfuerzos metódicos, deliberados y sistemáticos (de los talibanes) para eliminar a las mujeres y niñas afganas de los espacios públicos», dijo Roza Otunbayeva, jefa de la misión de la ONU en Afganistán, en un comunicado.
Las restricciones, en particular la prohibición de la educación y las restricciones a las oportunidades de trabajo, han provocado indignación internacional, pero los talibanes no han cambiado las regulaciones. Al mismo tiempo, argumentan que las restricciones son temporales porque las mujeres en Afganistán no usaban cubiertas islámicas para la cabeza, como el hijab, de la manera correcta a los ojos de las autoridades, y no se respetaron las reglas de segregación de género.
«Atar a la mitad de la población a sus hogares en un lugar donde está teniendo lugar una de las mayores crisis humanitarias y económicas del mundo es un acto gigantesco de autolesión nacional», dijo Otunbayeva.
Desde el regreso al poder de los talibanes, la capacidad de las mujeres para viajar se ha restringido significativamente y han sido excluidas de la toma de decisiones públicas, describe la organización. Además, las y los manifestantes pacíficos son golpeados y arrestados con frecuencia.
Según la declaración, 11,6 millones de mujeres y niñas en Afganistán necesitan asistencia humanitaria. Sin embargo, como señala la ONU, las restricciones a las mujeres tienen un impacto desastroso en toda la población del país.
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