Moscu.- La Corte Penal Internacional (CPI) ha emitido una orden de detención contra el presidente ruso, Vladimir Putin, por la deportación ilegal de niños en zonas de Ucrania ocupadas por Rusia. La CPI también emitió una orden de detención contra Maria Alekseyevna Lvova-Belova, comisaria presidencial para los Derechos de la Infancia en Rusia, por el mismo motivo. Ambos son acusados de crímenes de guerra y deportación ilegal de población de niños de las zonas ocupadas de Ucrania hacia la Federación de Rusia.
La CPI ha señalado que existen «motivos razonables» para pensar que Putin es personalmente responsable de los crímenes mencionados y ha pedido la cooperación internacional para ejecutar las órdenes de arresto. La ejecución de las órdenes depende de la cooperación internacional, ha explicado el presidente del tribunal, Piotr Hofmanski.
La CPI ha estado investigando posibles crímenes de guerra o contra la humanidad cometidos en Ucrania durante la ofensiva rusa. Aunque ni Rusia ni Ucrania son miembros de la CPI, Kiev aceptó la competencia del tribunal sobre su territorio y trabaja con el fiscal. Rusia ha afirmado que la orden de detención carece de sentido y ha recordado que no es parte del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y, por lo tanto, no tiene ninguna obligación en virtud del mismo.
Los expertos han señalado que es poco probable que Moscú entregue a los sospechosos al tribunal, ya que Rusia rechaza las acusaciones de crímenes de guerra. La CPI ha sido creada para juzgar los peores crímenes cometidos en el mundo y ha estado investigando posibles crímenes de guerra o contra la humanidad en Ucrania desde hace más de un año. La CPI ha declarado que los presuntos secuestros de niños son objeto de «una investigación prioritaria».
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