Lo que comenzó como una depresión tropical, se convirtió en categoría 1 de huracán en su punto más fuerte. Aunque luego se debilitó al desplazarse sobre aguas menos cálidas, y en condiciones de fuerte cizalladura.
En las últimas horas de este viernes 5 de septiembre, se conoció como Lorena perdió fuerza, y se convirtió en una tormenta postropical. A pesar de esto, su presencia seguirá provocando intensas lluvias en diferentes regiones del país, tal y como lo informo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
Las autoridades han informado que Lorena sigue registrando vientos máximos sostenidos de 85 kilómetros por hora, y se ubica a 225 kilómetros al sur-suroeste de Punta de Abreojos, en Baja California Sur. Lo que se ha conocido es que su intensidad de huracán ha mermado, pero sus efectos continúan siendo relevantes.
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