Después de mucha concientización y de aceptar que representan un riesgo para la salud pública, varios grupos anti vacunas del sur de Tamaulipas cedieron y se inmunizaron “porque vieron el resurgimiento del sarampión y tosferina”, señaló Martín Arturo Rodríguez Alcocer.
El subsecretario de Salud Pública, expuso que en el sur de Tamaulipas, desde hace algunos años fueron detectado grupos que se oponen a la vacunación, difundiendo mensajes de desinformación a través de redes sociales y plataformas como WhatsApp.
Desde luego, expuso Rodríguez Alcocer, esta situación generó preocupación entre especialistas, quienes en muchas ocasiones han advertido los riesgos que representa para la salud comunitaria no vacunarse.
Sin embargo, las acciones emprendidas para contrarrestar su influencia dieron resultados, una vez que hemos concientizado sobre los riesgos que podrían surgir entre la población.
“Hemos estado pendientes de estos grupos y hemos estado interviniendo con los equipos de atención epidemiológica para platicar con ellos y llegar a un acuerdo que facilite el acceso a las vacunas…los esfuerzos han comenzado a rendir frutos”, agregó el funcionario de Salud.
Afortunadamente sí ha habido una aceptación y eso es favorable, añadió Rodríguez Alcocer, quien precisó que los grupos anti vacunas han encontrado en WhatsApp un canal eficaz para propagar teorías conspirativas y temores infundados sobre los efectos de las vacunas.
“Esta dinámica no es exclusiva de Tamaulipas; en diversas regiones del país, la desinformación ha obstaculizado campañas de vacunación, especialmente en comunidades con acceso limitado a fuentes confiables. Pero aquí afortunadamente la estrategia del gobierno estatal ha priorizado el diálogo directo con las comunidades, mediante brigadas epidemiológicas que explican los beneficios de la vacunación y desmontan mitos”.
Este enfoque ha permitido avanzar en la cobertura de inmunización en zonas previamente reacias, pues la resistencia a las vacunas es un fenómeno global que ha cobrado fuerza en la última década, alimentado por la desconfianza hacia instituciones, el auge de las redes sociales y la polarización informativa.
Finalmente, el funcionario estatal, advirtió que el movimiento antivacunas representa una de las principales amenazas para la salud pública.
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