*El cambio climático avanza más rápido de lo previsto, con un aumento significativo en la frecuencia e intensidad de fenómenos extremos como sequías e inundaciones.
El cambio climático avanza más rápido de lo previsto, con un aumento significativo en la frecuencia e intensidad de fenómenos extremos como sequías e inundaciones, advirtió Humberto Calderón Zúñiga.
El director de Políticas para el Cambio Climático de SEDUMA, señaló que pronto se estará dando a conocer el documento que contiene las acciones para amortiguar los efectos de este fenómeno climático global derivado del aumento de la temperatura en los océanos a raíz de las emisiones de dióxido de carbono.
«Y mucho tiene que ver, aquí nos pega directamente lo que son por un momento las sequías prolongadas y por otro lado las lluvias o inundaciones torrenciales», explicó.
El funcionario de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, precisó que Tamaulipas enfrenta un nuevo rostro del cambio climático, sequías prolongadas seguidas por lluvias torrenciales que no ofrecen alivio, sino daño.
Y advirtió que aunque hay más agua en algunos puntos del estado, su forma y distribución la hacen prácticamente inservible. Las trombas no recargan mantos acuíferos ni permiten escurrimientos útiles; inundan, saturan y se desvanecen, dejando una falsa percepción de abundancia.
“Por un lado las sequías muy prolongadas y por otro las lluvias o las inundaciones torrenciales tan fuertes y uno dice es que las proyecciones es que va a haber más agua en Tamaulipas, pues sí, pero no en la manera en que queremos y quisiéramos que fuera algo más distribuido en el año, menos torrencial y que fuera a lo mejor en ciertas zonas en las que nos conviene más para tener escurrimientos y no afectar a las ciudades”.
indicó que también se intensifican las tormentas tropicales y los ciclones a raíz del cambio climático, como sucedió en los dos últimos años con los fenómenos «Alberto» y «Barry», el primero dejando mayor cantidad de agua y recuperando los niveles de presas en el centro y sur del estado, y el segundo con menos agua pero más afectaciones ante un escenario distinto.
«Llegó la tormenta Alberto y vino a salvarnos, recupero los niveles de las presas, y con Barry nuestra percepción es que hubo más agua, pero no, cuando ya había estado lloviendo, el sueño ya estaba saturado y las presas tenían un nivel más alto», dijo.
Descubre más desde Cronista
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.