México dio un paso contundente contra el tráfico de combustible. Este lunes, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, anunció el decomiso de un buque con 10 millones de litros de diésel en el puerto de Tampico, Tamaulipas. Un operativo que pega duro y que pone en la mira a las redes ilegales de hidrocarburos.
A través de redes sociales, García Harfuch explicó que el aseguramiento fue obra de un esfuerzo conjunto entre la Secretaría de Marina, la Fiscalía General de la República y la SSPC. No fue poca cosa: además del diésel, se incautaron 192 contenedores, un buque, 29 tractocamiones, armamento, tres camionetas tipo pick-up, equipos de cómputo y más materiales. Todo un arsenal logístico que quedó fuera de circulación.
El secretario no dudó en señalar que este golpe es fruto del trabajo en equipo. Lo atribuyó a “la coordinación del Gabinete de Seguridad y trabajos de inteligencia e investigación para combatir el tráfico de combustible en el país”. Y es que el operativo no salió de la nada: hubo labores previas de inteligencia que llevaron a identificar un buque sospechoso.
Según un comunicado conjunto, ese buque llegó al puerto de Tampico el 19 de marzo, supuestamente cargado con aditivos para aceites lubricantes. Pero la fachada no resistió: fue interceptado tras un seguimiento minucioso. Además, se realizaron cateos en dos predios en Altamira, Tamaulipas: uno en Camino Antiguo a Medrano y otro en el Libramiento del Ejido Ricardo Flores Magón. En este último, encontraron 18 cartuchos de arma corta y documentación que podría dar más pistas.
Este decomiso no es solo un número grande; es un mensaje claro de que el combate al tráfico de combustible va en serio. Con 10 millones de litros fuera del mercado ilegal, México demuestra que la coordinación y la inteligencia pueden dar resultados de peso.
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