Desde el inicio del juicio, la atmósfera en la sala 9 del Centro de Control, Juicio Oral y Ejecución de Sentencias del Penal de Barrientos se volvió agitada. Nadie anticipó que el juicio de Fofo Márquez se prolongaría hasta la noche, ni que la víctima, Edith «N», mantendría su inalterabilidad en sus declaraciones.
La sesión comenzó justo antes de las 16:00 horas, y el magistrado encargado decidió mantener un orden estricto en la entrega de pruebas y testimonios. Las filas de familiares, amigos y amigos de ambas partes intentaban cubrir sus reacciones a cada debate.
Edith “N” se niega a aceptar su perdón
—Es imposible aceptar sus disculpas— declaró la víctima cuando el defensor del influencer insistió en mostrar un supuesto arrepentimiento. Edith “N” se mantuvo en la misma postura que sostuvo desde abril de 2024, mes en el que sufrió golpes en el municipio de Naucalpan, presuntamente a manos de este creador de contenidos.
Su rostro permanecía serio cada vez que el acusado levantaba la voz para pedir que no lo juzgaran por su fama, pues —según él— debía ser tratado como cualquier otra persona. De acuerdo con el testimonio de la víctima, el acto violento fue lo bastante contundente para causarle lesiones que la llevaron a un hospital.
Por otro lado, la defensa del influencer rechazó esa seriedad y presentó a cuatro expertos que subrayaron la falta de heridas que amenazaran la vida de Edith «N».
Fofo Marquez señala “manipulación” y “complacencia”.
En respuesta a ese comunicado, el imputado argumentó que se trataba de manipulación y complacencia, dado que las heridas eran reales y requerían atención inmediata. Durante la amplia interrogante, el imputado sonreía y mostraba gestos discretos a sus parientes. Algunos lo veían como un reflejo de ansiedad; otros lo percibían como un acto de mofa.
A una distancia de varios metros, el banco de la víctima se mantenía totalmente lleno de alcohol. Los asistentes no dejaban de percibir la discrepancia entre una persona que parecía relajada y una mujer que sintió el temor a una agresión.
Hasta el término del evento, Edith «N» insistió en que no estaba segura de la honestidad del influencer. —No hay un verdadero arrepentimiento— soltó con la voz firme.
Por tercera ocasión, el caso debía escuchar la versión de Melanie Lattanzi, novia del acusado y personaje clave para la defensa. No obstante, la misma historia volvió a suceder: nunca alcanzó la sala. El magistrado registró la falta de asistencia y determinó que la audiencia se repetirá el 22 de enero a las 16:00 horas, con el propósito de que finalmente la testigo pueda presentarse.
El hermano de Fofo Márquez habla de arrepentimiento
En el exterior del lugar, el hermano menor del acusado defendió al creador de contenido frente a un conjunto de periodistas. —Mi hermano está arrepentido— decía, asegurando que las pruebas periciales lo benefician y que las disculpas ofrecidas eran auténticas.
No todos adquieren esa versión, dado que la víctima sostiene su acusación y se resiste a admitir cualquier acto que a su parecer sea una trampa legal. La trama se vuelve compleja, principalmente debido a la reputación de «Fofo» Márquez, quien ha forjado un personaje polémico a través de las acciones atípicas que difunde en las redes sociales.
La efervescencia creció también en las calles de Naucalpan cuando, unas horas antes de esta audiencia, se llevó a cabo un bloqueo sobre Periférico Norte, en dirección a la Ciudad de México, frente al parque Naucalli. Familiares y seguidores del influencer detuvieron el tránsito para demandar su liberación, lo que generó el disgusto de la ciudadanía y un enorme caos vehicular.
Las consecuencias del bloqueo vehicular
La mayoría de los conductores —ajenos a las razones de la manifestación— mostraban molestia al verse inmovilizados en una hora pico. Las redes sociales no tardaron en reaccionar con severas críticas, sugiriendo que la justicia no debía doblegarse por la fama o el poder económico.
—Es injusto lo que hacen estos manifestantes— opinó un testigo del bloqueo, quien se abrió paso entre los autos detenidos para llegar a un compromiso. Entre tanto, un segmento del público dejó en evidencia que la popularidad de «Fofo» no era suficiente para reducir las denuncias.
El proceso, además, sigue llamando la atención de medios de comunicación. Decenas de reporteros, camarógrafos y fotógrafos se arremolinan a la salida de cada audiencia con la esperanza de conseguir declaraciones exclusivas.
“Fofo” Márquez, a su vez, mantiene cierta reserva al hablar con la prensa, aunque en ocasiones suelta frases que se vuelven virales. —No soy un monstruo— exclamó en un momento, intentando mostrarse empático. Edith “N” únicamente respondió con un gesto de incredulidad, al tiempo que giraba la mirada para no cruzarla con la del acusado.
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