La madrugada del domingo irrumpió en la tranquilidad de muchos hogares mexicanos. Un sismo de magnitud 6.1 —con epicentro en Coalcomán, Michoacán— estremeció varias regiones del país. La Alerta Sísmica se activó puntualmente en la Ciudad de México, despertando a millones bajo una persistente lluvia. Continúa y conoce todo sobre el terremoto en México y sus consecuencias
La fuerza del epicentro en Coalcomán
El Servicio Sismológico Nacional registró el terremoto a las 2:32 de la madrugada, ubicándolo en Coalcomán, una zona de Michoacán famosa por su actividad sísmica. Este suceso rememoró la vulnerabilidad intrínseca de los estados del Pacífico mexicano, situados en una de las áreas tectónicas más dinámicas del mundo.
Coalcomán no solo fue el punto de origen, también fue testigo de varias réplicas. Hasta las 3:00 de la madrugada se contabilizaron 37 movimientos secundarios, siendo el más intenso de 4 grados de magnitud. Cada réplica —aunque más débil que el temblor principal— generó inquietud entre los residentes, quienes permanecieron alertas mientras la tierra se ajustaba tras el impacto inicial.
Manzanillo y Colima: Efecto notable
De acuerdo con la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC), el terremoto se sintió en la zona de Manzanillo, Colima, de manera moderada a intensa. Las imágenes compartidas por los habitantes locales mostraban luces fluctuantes y ventanas que resonaban con fuerza.
— Puerto Vallarta, Zapopan y Guadalajara en Jalisco; la capital de Nayarit; y regiones como la Sierra y Costa Grande en Guerrero también sintieron el temblor —. A pesar de la distancia, la onda expansiva del sismo recordó la interconexión de las fallas geológicas del país.
En Ciudad de México, la activación de la Alerta Sísmica despertó a millones de personas que dejaron de manera abrupta sus viviendas. La persistente lluvia añadió un elemento de incomodidad en la madrugada. Sin embargo, el temor inicial se transformó en alivio cuando las autoridades confirmaron que no hubo daños estructurales ni fallecimientos en la capital.
Clara Brugada, líder del Gobierno de la Ciudad de México, informó que se establecieron los protocolos de emergencia de forma instantánea. El examen de infraestructuras vitales como el Metro, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, hospitales, así como los sistemas de gas y electricidad no reveló anomalías. El equilibrio blanco brindó tranquilidad en medio de la incertidumbre.
Consideración acerca de un país en permanente desplazamiento
México se encuentra en una región donde se unen varias placas tectónicas, lo que lo coloca como uno de los países con más actividad sísmica a escala mundial. Este reciente incidente en Michoacán resalta una verdad invariable: la susceptibilidad frente a los sucesos naturales.
Cada terremoto evoca memorias de problemas previos y potencia la necesidad de una preparación constante. Desde el fortalecimiento de infraestructuras hasta la instrucción en tácticas preventivas, es crucial mantener la vigilancia. Los simulacros, la difusión de información y la tecnología de alerta temprana han salvado incontables vidas y continuarán siendo herramientas indispensables.
Más allá del impacto físico
Aunque el saldo blanco fue un alivio en esta ocasión, los efectos psicológicos de un sismo no deben ignorarse. Para aquellos que han sufrido catástrofes anteriores, el ruido de la Alerta Sísmica o el temblor más suave puede generar ansiedad. Este tipo de vivencias impactan a las personas, recordándoles la vulnerabilidad de lo que aparenta ser constante.
Coalcomán, Michoacán, ahora es un nombre que resonará en los informes y conversaciones. No se trata solo del epicentro geográfico del sismo, también del símbolo de un evento que sacudió físicamente al país y emocionalmente a quienes lo vivieron.
Lecciones que trascienden
Cada sismo que ocurre en México representa una lección —un recordatorio de la importancia de la prevención y la resiliencia—. Este terremoto de 6.1 grados constituye una exhortación a mantener la alerta, incluso cuando la naturaleza parece conceder descanso.
La madrugada del domingo será recordada como un acontecimiento extra en la cronología de sismos en el país. Sin embargo, también comunica un mensaje de esperanza: la preparación, la cooperación y la unidad colectiva son las herramientas más eficaces para enfrentar lo imprevisto.
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