La historia de Cruz Azul ha estado marcada por sus distintas etapas en varios inmuebles a lo largo de los últimos años. El momento actual confirma esa tendencia. La directiva anunció que, tras el aval de la Liga MX, el club tendrá una nueva casa para el torneo Clausura 2025.
Tal decisión surge a raíz de los desencuentros con la familia Cosío, propietaria del Estadio Ciudad de los Deportes. La relación se fracturó de forma notable durante el año pasado, y la institución cementera reveló su intención de abandonar ese recinto.
Un cambio avalado por la Liga MX
El pasado miércoles, la Liga MX comunicó la aprobación formal para que Cruz Azul juegue sus encuentros en el Estadio Olímpico Universitario. Tal lugar ha sido casa de los Pumas durante décadas, y ahora abrirá sus puertas a la Máquina Celeste, que atravesará su tercera mudanza desde el 2018.
Han transcurrido muchos capítulos desde que el equipo decidió salir por primera vez del Estadio Azul, inmueble que lo cobijó durante 22 largos años. La directiva presentó la documentación requerida y cumplió los lineamientos que exige el reglamento de competencias de la Liga MX.
El acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México, dueña del Estadio Olímpico Universitario, involucra la logística, la seguridad y la accesibilidad para el público que asista a los partidos de la Máquina. De esa manera, el club se sumará a la lista de instituciones que rentan instalaciones universitarias para desarrollar sus actividades futbolísticas.
El Estadio Olímpico Universitario, nueva casa temporal
El Olímpico Universitario se ha ganado un lugar en la memoria de la afición mexicana por su relevancia histórica y por los grandes momentos que ahí se han vivido. El equipo de Pumas lo considera un templo deportivo. Ahora, Cruz Azul lo aprovechará para disputar sus encuentros como local.
La experiencia indica que no es la primera vez que dos clubes comparten un mismo estadio: Pumas, Tigres y FC Juárez tienen ese tipo de acuerdos con universidades. El punto central de este movimiento es la temporalidad. La directiva celeste mencionó que la renta del Olímpico Universitario se mantendrá mientras terminan los planes para la construcción de su propio estadio.
La expectativa de la afición es alta, aunque la falta de un recinto definitivo ha sido objeto de críticas. El deseo de contar con casa propia impulsa diversos proyectos, uno de los cuales se presentó en 2023 mediante un plano arquitectónico que todavía no se materializa.
El nuevo proyecto de estadio
La obsesión del club radica en concebir un inmueble moderno, rentable y con el tamaño adecuado para su afición. En mayo pasado, Víctor Velázquez, presidente del club, publicó un video en redes sociales mostrando la visualización digital de lo que sería el nuevo estadio de La Máquina. Aseguró que hay al menos seis ubicaciones tentativas para levantar la obra.
Las estimaciones preliminares apuntan a un rango presupuestario que fluctúa entre 300 y 350 millones de dólares. Esa cifra se traduce en un proyecto ambicioso que, en palabras de la directiva, se convertirá en un emblema para el balompié mexicano. No obstante, Velázquez ha preferido no detallar el tiempo que tardará la construcción de este recinto.
Una búsqueda que no cesa
Resulta evidente que Cruz Azul busca un lugar fijo para enraizar su identidad. La alcaldía Iztacalco es una de las opciones más mencionadas. De hecho, la propia alcaldesa, Lourdes Paz, declaró en octubre que una obra de tal magnitud implicaría una consulta ciudadana para conocer la opinión de los vecinos.
En esa demarcación ya existen instalaciones como el Estadio de Béisbol Harp Helú y el Autódromo Hermanos Rodríguez.
Críticas y desafíos
Uno de los señalamientos más frecuentes gira en torno a los requisitos que la Liga MX impone a los equipos de nueva inclusión en la primera división. Mientras las franquicias de la Liga de Expansión deben poseer o rentar estadios con certificación, Cruz Azul, a pesar de ser un equipo histórico, no tiene un recinto propio desde hace bastante tiempo.
Las autoridades del circuito futbolístico exigen un estadio acreditado, un documento de afiliación al organismo y el cumplimiento de lineamientos de control económico que contemplan estados financieros, ausencia de deudas y un presupuesto que garantice la estabilidad del club.
Ante esa coyuntura, algunos aficionados se preguntan por qué la directiva no acelera la construcción del nuevo estadio para cerrar de una vez el largo historial de mudanzas.
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