Telcel enfrenta sanción por prácticas monopólicas en el occidente de México

El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) descubrió que Telcel ofreció descuentos, incentivos y otros beneficios a distribuidores en Colima, Jalisco y Michoacán. A cambio, les exigió no comercializar servicios de competidores como AT&T, Movistar y operadores móviles virtuales como Virgin Mobile.

Estas acciones, según el IFT, constituyeron una práctica monopólica relativa que buscaba desplazar a la competencia. Por ello, en septiembre de 2024, Telcel recibió una multa de 90.6 millones de pesos (unos 4.5 millones de dólares) y la orden de eliminar estas prácticas en un plazo de 30 días hábiles.

“Como quedó acreditado en la resolución, Telcel incurrió en la práctica monopólica relativa prevista en los artículos 54 y 56, fracción VIII, de la Ley Federal de Competencia Económica, con el objeto y efecto de desplazar indebidamente a sus competidores en los mercados relevantes y desplazar e impedir sustancialmente su acceso al mercado relacionado de servicios de telecomunicaciones móviles”, señaló el IFT en el expediente AI/DE-006-2020.

La investigación reveló que Telcel exigía exclusividad a sus distribuidores, limitando las opciones de los usuarios para adquirir teléfonos, tarjetas SIM o realizar recargas con otras marcas. Esta conducta también afectó la capacidad de competidores como AT&T y Movistar de llegar al mercado a través de canales de distribución.

Telcel, a través de su controladora Radiomóvil Dipsa, informó haber cumplido con la resolución del IFT, presentando un testimonio notarial que respalda la eliminación de dichas prácticas.

El impacto de estas acciones se dio en un mercado estratégico como el occidente de México, con una alta penetración de líneas celulares (116 por cada 100 habitantes) y acceso limitado a Internet móvil (77 por cada 100 habitantes). Estas cifras reflejan el atractivo de la región y la importancia de garantizar una competencia justa.

Telcel, que lidera el mercado de telecomunicaciones móviles en México con el 59.11 % de las líneas de voz y el 65.88 % de los accesos a Internet móvil, se comprometió a evitar prácticas similares en el futuro. Con esto, busca recuperar la confianza tanto del regulador como de los consumidores.