El sistema financiero mexicano atraviesa un periodo convulso. Modelos de negocio que se transforman, fraudes que acechan desde cada esquina y una percepción social que observa con recelo a los reguladores. — En ese vaivén, la figura de Luis Fabre Pruneda había asumido un rol constante durante casi 24 años en la Comisión para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) —.
Quien lo conocía, reconocía en él la fuerza de alguien que dedicó buena parte de su vida a proteger los intereses de miles de cuentahabientes, tarjetahabientes y personas con créditos de toda índole. Continua y descubre más:
Una trayectoria de dos décadas y más
Nacido en la licenciatura de Economía por la Universidad Anáhuac, Fabre Pruneda se incorporó a la Condusef desde sus albores, cuando el organismo echó a andar en abril de 1999.
Se vivía un entorno de ajustes: la banca mexicana se recuperaba de la crisis de 1994, el sistema se reestructuraba y la protección al usuario cobraba relevancia en el mapa financiero nacional. Él, con un perfil más técnico que político, se fue abriendo paso a lo largo de distintas administraciones y cambios de gobierno.
Cada expedición al detalle de los contratos bancarios, cada normativa para frenar abusos en tarjetas de crédito o aclarar comisiones desmedidas, tuvo su parte de complejidad. — La Condusef, a la postre, se convertiría en la institución referente para esa relación tensa entre consumidores y bancos —.
Entre pleitos por cláusulas, asesorías a clientes insatisfechos y la creación de espacios de mediación, Luis Fabre dirigió la vicepresidencia técnica como una especie de columna vertebral que mantenía el diálogo abierto con el sector financiero, pero sin renunciar a la línea normativa.
La sorpresa de una partida anunciada en silencio
La noticia se filtró hace poco y tomó a varios por sorpresa: Luis Fabre dejará su puesto en la Condusef. No es común que un funcionario con tanto arraigo dé un paso al costado, pero así ocurrió. Fuentes allegadas cuentan que su presencia, durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, permitió una transición fluida cuando hubo oleadas de renuncias en organismos técnicos.
Se habló, por ejemplo, de la regla que planteaba evitar que un funcionario público se incorporara a la iniciativa privada en un lapso de 10 años tras dejar su cargo, algo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró improcedente. Esa disposición desató incertidumbre y orilló a varios a marcharse.
Fabre se quedó. A diferencia de colegas que optaron por buscar oportunidades fuera, él mantuvo el timón en la vicepresidencia técnica, ayudando a sortear obstáculos propios de una administración que exigía cambios profundos y un enfoque distinto.
Mario Di Costanzo, quien fue presidente de la Condusef en el gobierno de Enrique Peña Nieto, valoró su labor: “Cuando llegué en 2013, él era una especie de enciclopedia viviente. Mi enfoque era más lanzado y el suyo más conservador, pero juntos logramos encaminar la reforma financiera de 2014”.
La reforma financiera y el momento decisivo
Ese año 2014 se volvió crucial. Entre las novedades destacaba la creación del Buró de Entidades Financieras, la supresión de cláusulas abusivas en contratos y la prohibición de ventas atadas, esas maniobras en las que el banco condicionaba un producto a otro.
Por si fuera poco, se dio un mayor control a los despachos de cobranza, evitando prácticas que rayaban en la intimidación. Luis Fabre, desde su puesto, articuló el diálogo con bancos, aseguradoras y demás agentes. — La frase que repetía en las reuniones era: “No hay espacio para la opacidad, la ley debe predominar” —.
Se recordará también la complicada coyuntura con la bancarización de programas sociales y la necesidad de transparentar comisiones. El organismo se vio obligado a estructurar manuales y guías para usuarios, sentando bases que hoy persisten en la operación cotidiana.
Di Costanzo resaltaba que mientras él buscaba medidas más osadas, Fabre sostenía una visión cauta que no dejaba huecos legales. Esa dupla forjó un periodo de solidez en la Condusef.
La salida y los rumores de reorganización
El adiós de Luis Fabre sucede en un clima de especulaciones sobre el futuro de la Condusef misma. Desde 2024 surgían rumores de fusionarla con la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon) o incluso con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
— Con el paso de los meses, las fuentes señalan que tales fusiones no avanzaron en lo presupuestal, de modo que se habla más de una simplificación interna que de una integración total con otras oficinas —.
El anteproyecto de presupuesto 2025 apunta a un recorte de 13.3% en términos reales para la comisión, dejando la cifra en 662 millones de pesos. Algunos ven la mano del Ejecutivo Federal, que apuesta por austeridad en varias instancias. Otros señalan que la Condusef, al estar más tecnificada, podría operar con menos recursos y mantener su funcionalidad.
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