Esta temporada de huracanes, que comenzó el 1 de junio y se extenderá hasta el 30 de noviembre, ya tiene en alerta a las autoridades y residentes de varias regiones. La Comisión Nacional del Agua (Conagua), a través del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), ha emitido una vigilancia especial sobre una zona de baja presión identificada en el Atlántico.
La Conagua ha estado siguiendo de cerca esta zona de baja presión desde mediados de mayo, la cual muestra un alto potencial para convertirse en un fenómeno ciclónico.
Pronósticos y Preparativos
Ante la inminente formación de este fenómeno meteorológico, se esperan lluvias intensas y fuertes ráfagas de viento en varias regiones del país. Este riesgo potencial ha llevado a la emisión de advertencias meteorológicas para diferentes estados, incluyendo Quintana Roo, Yucatán, Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Campeche. Ya las autoridades locales han comenzado a realizar simulacros y sus planes de contingencia.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos ha proyectado que el huracán Alberto podría tocar tierra durante el mes de junio. La trayectoria del huracán podría variar en las próximas horas, por lo que es indispensable que la población se mantenga informada a través de las actualizaciones meteorológicas.
Impacto Potencial
Las lluvias torrenciales pueden causar inundaciones repentinas, deslizamientos de tierra y daños a la infraestructura. Los fuertes vientos tienen la capacidad de arrancar árboles, dañar techos y causar interrupciones en el suministro eléctrico. Además, las comunidades costeras suelen ser las más afectadas en este tipo de casos.
Las autoridades recomiendan a los ciudadanos asegurarse de tener un suministro adecuado de alimentos no perecederos, agua potable, medicinas y otros artículos de emergencia. Además, es importante tener un plan de evacuación en caso de que las cosas empeoren tras la llegada del huracán Alberto.
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