La CDMX se encuentra en medio de una intensa sequía y un calor extremo, situación que ha avivado la preocupación entre ciudadanos y especialistas tras la caída de árboles durante el fin de semana. Este incidente ha reactivado las alertas y ha suscitado demandas para la revisión exhaustiva del arbolado en la capital.
En diversas demarcaciones como Álvaro Obregón, Benito Juárez, Tlalpan y Miguel Hidalgo, al menos una decena de árboles sucumbió. En la Colonia Observatorio, residentes argumentaron que las obras en la zona debilitaron las raíces, mientras que la Alcaldía negó cualquier relación entre las construcciones y los desplomes. No obstante, coincidió en la necesidad de una revisión integral en toda la Ciudad.
Miguel Hidalgo informó que el árbol caído poseía raíces poco profundas, y las ráfagas de viento del día anterior provocaron su desplome, arrastrando consigo cables de mediana tensión y derribando un poste de la CFE, el cual a su vez impactó un cedro adyacente.
Desde marzo de 2023, el Gobierno capitalino se comprometió a revisar las condiciones del arbolado urbano, después de que ese año se registraran incidentes históricos, con la caída de 168 árboles en un solo día en 10 de las 16 alcaldías, además de toldos, letreros y láminas.
Reclamo de Prioridad: Desafíos en el Mantenimiento del Arbolado Urbano en CDMX
José Carlos Martínez, director de Innovación en la asociación Reforestamos México, señaló que algunos árboles ya están muertos y permanecen en pie como meros cascarones pesados. Factores como espacios inadecuados, raíces cortadas o debilitadas, madera podrida y afectaciones por obras, tanto públicas como privadas, contribuyen a su fragilidad.
La falta de evaluación y acciones de saneamiento genera una percepción equivocada del peligro atribuido a los árboles, cuando, en realidad, el problema radica en la negligencia para cuidarlos. «El riesgo que estamos corriendo ahora es que la gente dice: ‘los árboles son un problema’, (pero) no, los árboles no son el problema, es cómo le damos el mantenimiento nosotros, cuál es la responsabilidad y cómo la estamos asumiendo», destacó Martínez.
Édgar Ojeda, ingeniero en Restauración Forestal, subrayó que las condiciones climáticas cambiantes aumentan los riesgos de caídas, pero estos pueden reducirse con la prevención mediante estudios profundos y la atención a los árboles dañados. Además, propuso la necesidad de fortalecer la legislación para evitar daños y descuidos una vez que los árboles crecen y aparentemente no presentan afectaciones.
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