Corea del Norte acusó a Estados Unidos, Corea del Sur y otros países aliados de realizar ejercicios militares a gran escala, denominados ‘Freedom shield’, para amedrentar al país asiático. En una columna publicada por la agencia estatal KCNA, un portavoz del Ministerio de Defensa Nacional norcoreano criticó estos ejercicios, que involucran a 10 países, incluyendo a Colombia, como parte del Comando de la ONU.
El texto señala que estos ejercicios «contrastan claramente con una realidad en la que la República Popular Democrática de Corea moviliza fuerzas militares a gran escala en pos de la construcción económica y la mejora del bienestar del pueblo». Pionyang considera estos ejercicios anuales de primavera como un ensayo para invadir su territorio, mientras que Seúl y Washington defienden su naturaleza defensiva.
La columna afirma que estos ejercicios revelan «cada vez más evidente la amenaza militar a un Estado soberano y el intento de invadirlo» e insta a detener las acciones que causan provocación e inestabilidad. Corea del Norte se compromete a llevar a cabo actividades militares de manera responsable para controlar el entorno de seguridad en la península de Corea.
A pesar de la retórica hostil, el régimen de Kim Jong-un no ha realizado pruebas de armas en las últimas semanas. Estos ejercicios se desarrollan en un momento marcado por la mayor hostilidad manifestada por el Norte, que declaró al Sur como su principal enemigo y eliminó la meta de la reunificación de la Constitución. Además, Corea del Norte ha mantenido una cercanía con Moscú, transfiriendo equipamiento militar a Rusia, que ha sido utilizado en el conflicto con Ucrania.
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