El Papa ha optado por suspender su agenda este lunes 26 de febrero debido a un resfriado, aunque se informa que no presenta fiebre, según comunicó la Oficina de Prensa del Vaticano.
«Persisten síntomas gripales leves, sin fiebre. Como medida de precaución, sin embargo, las audiencias de esta mañana se suspenden», anunció Matteo Bruni, portavoz del Vaticano, al inicio de este lunes. Aunque el Papa tenía previsto retomar su rutina de trabajo el sábado, decidió tomarse un día de reposo como precaución.
A sus 87 años y a punto de cumplir 11 años como Papa el próximo 13 de marzo, Francisco llevó a cabo la oración del ángelus de manera habitual el domingo. No obstante, el sábado se vio obligado a cancelar su encuentro con los diáconos de la diócesis de Roma. El Pontífice tenía la intención de reanudar sus actividades después de la pausa de la semana pasada, cuando se retiró en el Vaticano para participar en los ejercicios espirituales de Cuaresma, durante los cuales no tuvo ningún encuentro público, incluida la audiencia general de los miércoles.
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