La obesidad en niños es una de las principales amenazas para la salud de los niños y adolescentes en el mundo. Pero, en la zona sur de Tamaulipas, la obesidad infantil es un problema que va en aumento cada año, pues según datos de la Jurisdicción Sanitaria Número 2, en el 2023 se detectaron más de tres mil nuevos casos de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes en los municipios de Tampico y Madero.
Un problema multifactorial
La obesidad infantil tiene múltiples causas, que van desde factores genéticos hasta ambientales. Sin embargo, uno de los principales determinantes es el estilo de vida de los menores y sus familias.
Mariana Merlina Hernández Martínez, responsable del área de Nutrición en la Jurisdicción Sanitaria Número 2, señaló que muchos de los niños y adolescentes que presentan sobrepeso u obesidad tienen hábitos alimenticios inadecuados. Algunos de estos problemas pueden ser consumir alimentos con alto contenido calórico, bebidas azucaradas y poca fibra.
Además, indicó que muchos de ellos no realizan suficiente actividad física, lo que contribuye al desequilibrio entre la ingesta y el gasto energético. También mencionó que algunos de ellos sufren de estrés, ansiedad o depresión, lo que puede influir en su comportamiento alimentario.
Otro factor que influye en la obesidad infantil es el entorno en el que viven los menores. De hecho, Hernández Martínez afirmó que en la zona sur de Tamaulipas hay una falta de espacios adecuados para la práctica deportiva, así como de acceso a alimentos saludables y a servicios de salud preventiva.
Asimismo, señaló que muchas familias tienen bajos ingresos económicos, lo que limita su capacidad para adquirir una alimentación balanceada y variada. También dijo que hay una falta de educación nutricional tanto en las escuelas como en los hogares, lo que dificulta el desarrollo de hábitos saludables desde la infancia.
Un riesgo para el futuro
La obesidad infantil no solo afecta la salud de los menores en el presente, sino también en el futuro. De hecho, según la OMS, los niños y adolescentes con obesidad tienen más probabilidades de padecer enfermedades crónicas no transmisibles, como diabetes tipo II, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, entre otras.
Además, la obesidad infantil puede tener consecuencias negativas en el ámbito psicosocial, como baja autoestima, aislamiento, discriminación, acoso escolar, entre otras. Estos factores pueden afectar el rendimiento académico, la integración social y la calidad de vida de los menores.
Asimismo, Hernández Martínez advirtió que la obesidad infantil es un predictor de la obesidad en la edad adulta, lo que implica un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad. De igual forma, según la especialista, el 20% de los niños con obesidad en edad preescolar y el 50% de los niños con obesidad en la edad escolar seguirán con obesidad en la adultez.
Una solución conjunta
Para enfrentar el problema de la obesidad infantil en Tampico y Madero, Hernández Martínez señaló que es necesario implementar acciones coordinadas entre los diferentes sectores de la sociedad, como el gobierno, el sistema de salud, las escuelas, las familias y los medios de comunicación. Entre las medidas que propuso la especialista se encuentran las siguientes:
- Promover el plato del buen comer, que consiste en una guía visual que muestra las proporciones adecuadas de los tres grupos de alimentos: verduras y frutas, cereales y leguminosas, y alimentos de origen animal.
- Fomentar la actividad física regular, al menos 60 minutos al día, en espacios seguros y atractivos para los menores.
- Realizar tamizajes periódicos para detectar y atender oportunamente los casos de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes.
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