Las pérdidas para las compañías de seguros a causa de desastres naturales en la primera mitad de 2023 alcanzaron los 50,000 millones de dólares (45,500 millones de euros), según un informe de Swiss Re, la mayor reaseguradora global. Esta cifra es casi el doble del promedio anual durante el mismo período en los últimos diez años.
Las tormentas en los Estados Unidos fueron responsables del 68% de estas pérdidas a nivel mundial, sumando 34,000 millones de dólares (31,800 millones de euros). El total representa la segunda cifra más alta desde 2011.
La tendencia de crecimiento anual en las pérdidas aseguradas se mantiene en un 5% al 7%, afirmó Martin Bertogg, jefe del departamento de riesgos de catástrofe de Swiss Re. El terremoto en Turquía y Siria fue el desastre que causó mayores pérdidas en el sector asegurador, ascendiendo a 5,300 millones de dólares (4,800 millones de euros).
Jérôme Jean Haegeli, economista jefe del grupo, destacó la creciente influencia del cambio climático y el impacto de catástrofes en centros urbanos como factores que aumentan las pérdidas. Hizo un llamado a tomar medidas de protección para mantener la rentabilidad económica de los productos ofrecidos por las aseguradoras en zonas de alto riesgo.
Nueva Zelanda sufrió pérdidas aseguradas por catástrofes naturales de aproximadamente 2,300 millones de dólares (2,000 millones de euros) debido a ciclones y tifones, siendo las más elevadas desde 1970.
El informe también señaló que las pérdidas económicas totales por catástrofes naturales en la primera mitad de 2023 alcanzaron los 120,000 millones de dólares (109,000 millones de euros), un 46% por encima del promedio anual de la última década. Las previsiones incluyen el posible impacto de los incendios forestales en Grecia e Italia, exacerbados por olas de calor en Europa, Asia y América.
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