El Presidente Andrés Manuel López Obrador acusó a los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de haber tergiversado sus declaraciones sobre la senadora Xóchitl Gálvez, sugiriendo que deberían renunciar.
Durante una conferencia, López Obrador manifestó su desacuerdo con la forma en que los magistrados interpretaron sus palabras. «Es completamente distinto lo que yo dije», declaró, y agregó que las personas con principios deberían estar renunciando en lugar de tergiversar las palabras de otros. «La historia los juzgará», afirmó el Presidente.
El conflicto se origina en la sentencia SUP-REP-272/2023 del TEPJF del 31 de julio, donde se reproducen frases contenidas en una resolución anterior de la Comisión de Quejas del INE. El fallo ordenaba reconocer que en varias conferencias matutinas, López Obrador pudo haber expresado violencia política de género en contra de Gálvez.
El Mandatario federal acusó a los magistrados de usar «malicia efectiva» y cuestionó por qué los ataques y dichos en su contra no se consideran como violencia política. Además, mencionó que enviaría una carta a los jueces y al Consejo de la Judicatura sobre el asunto.
López Obrador también criticó a un juez que, según él, tiene un historial de protección a delincuentes de cuello blanco. Insistió en que sus palabras fueron retorcidas y cuestionó la autoridad moral de los magistrados.
La disputa subraya la tensión entre el Presidente y el órgano electoral, y plantea preguntas sobre la interpretación de las declaraciones públicas y cómo deben ser juzgadas por la ley.
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