El guitarrista de la famosa banda Duran Duran, Andy Taylor, ha comenzado un innovador tratamiento de ‘terapia nuclear’ tras ser diagnosticado con cáncer de próstata incurable. El músico de 62 años ve con optimismo su futuro gracias a este enfoque médico avanzado.
Durante su aparición en el pódcast Rockonteurs, Taylor reveló que los médicos le habían propuesto este tratamiento de vanguardia para prolongar su esperanza de vida.
«Estoy comenzando mi terapia nuclear. He estado pasando por pruebas y análisis y todo tipo de cosas avanzadas», dijo Taylor. «Este es un tratamiento nuclear y estoy en la etapa cuatro (de metástasis). Este tratamiento es muy nuevo y recién llegó al Reino Unido. Este nuevo medicamento podría permitirme volver a estar en plena forma física durante al menos cinco años».
El diagnóstico de Taylor fue revelado en noviembre del año pasado, durante la inducción de la banda al Salón de la Fama del Rock and Roll. Sus compañeros de banda leyeron una carta que daba a conocer la enfermedad del guitarrista.
En el pódcast, Taylor explicó que este tratamiento «detecta el cáncer en el exterior de las células y solo ataca a las células cancerígenas en los huesos». Además, este medicamento nuclear puede distinguir y preservar las células sanas.
«Entonces, no es una cura, pero puede dejar el cáncer en stand by y luego tendría que comenzar de nuevo. Puedo recuperarme. Estaré bien durante cinco años», expresó con entusiasmo.
Taylor también compartió que la banda ha sido muy comprensiva y ha trabajado en varios proyectos en silencio. Pensaba que su álbum en solitario sería el último, pero este nuevo tratamiento ha cambiado sus expectativas.
El guitarrista agradeció a todas las personas, incluyendo médicos, científicos, colegas, amigos, familiares y fanáticos, que han estado atentos a su progreso y necesidades.
«El tratamiento que estoy recibiendo es probablemente el mejor. Recuperé mi vida. Nunca tuve quimioterapia, sabes lo que sucede con la quimioterapia si eres guitarrista, tus dedos pueden sufrir», agregó Taylor. «Siempre he podido usar medicamentos bastante avanzados, pero llegas a un punto donde o es este tratamiento o no hay nada más. Cada vez que veo a un oncólogo o urólogo, siempre están: ‘Bien, tenemos que proteger tus dedos’. Creo que ese es un buen lugar para comenzar».
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