Cdmx.-Nuevo Laredo, una ciudad fronteriza en Tamaulipas, México, ha sido testigo del arribo de alrededor de 1,500 migrantes desde el pasado fin de semana, lo que ha provocado la alarma en el municipio. Entre los recién llegados, en su mayoría procedentes de Matamoros, se encuentran bebés, mujeres y niños, que actualmente viven en condiciones extremas acampando en una plaza pública a temperaturas de más de 40 grados centígrados.
Estos migrantes, principalmente venezolanos, llegaron a Nuevo Laredo con la esperanza de conseguir una cita para la visa de asilo. Sin embargo, se encuentran en un limbo, ya que Estados Unidos eliminó a Nuevo Laredo como punto para tramitar el asilo humanitario. Esta situación ocurre en medio de acusaciones de extorsión a migrantes por parte de funcionarios mexicanos.
Los migrantes acampan en la Plaza Morelos, cercana al Puente Internacional número 1. La presencia de estos grupos en esta ubicación es especialmente preocupante, ya que Nuevo Laredo es la principal puerta de entrada del comercio exterior a través de sus cuatro puentes internacionales y el cruce ferroviario.
Ante las condiciones extremas, el Director de Protección Civil municipal, Humberto Fernández Diez de Pino, anunció que se otorgarán alimentos e hidratantes a los migrantes para evitar complicaciones de salud por el calor extremo. También se ha dispuesto de asistencia humanitaria por parte de diversas asociaciones civiles.
Por su parte, el Jefe de la Jurisdicción Sanitaria número 5, Manlio Benavides, indicó que se está revisando la situación epidemiológica de las familias migrantes para prevenir cualquier tipo de enfermedades que pudieran haber contraído en su viaje.
A pesar de la ayuda, la situación es crítica y las autoridades locales advierten que la alerta se mantiene debido a la posibilidad de una oleada migratoria aún mayor.
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