En el debate sobre tráfico de armas en el Consejo de Seguridad de la ONU, el Gobierno de México pidió a sus homólogos impulsar la autorregulación del sector privado.
En tanto, el representante de Estados Unidos, país en el que México inició una demanda contra fabricantes de armas, consideró que los instrumentos internacionales en la materia son abundantes, pero se falla en aplicar las resoluciones acordadas.
El foro, en el que participaron 50 oradores, entre representantes de los Estados y especialistas, fue encabezado por el Canciller mexicano Marcelo Ebrard, quien llamó a mejorar los mecanismos para monitorear y prevenir las transferencias internacionales ilícitas de armas, el desvío del comercio y el tráfico transfronterizo.
«(México) llama la atención de los Gobiernos para que juntos animemos a nuestros respectivos sectores privados a establecer medidas de autorregulación conforme a sus legislaciones domésticas, para prevenir que sus prácticas comerciales propicien activamente el tráfico ilícito de sus productos», dijo Ebrard.
En su intervención, de casi 15 minutos, el Canciller explicó los motivos de la demanda civil que la Administración de Andrés Manuel López Obrador inició contra 11 fabricantes de armas en Estados Unidos.
«No se trata, en esta demanda, de cuestionar el derecho de países y particulares a comerciar armas legalmente, sino de denunciar aquellas prácticas negligentes que generan graves consecuencias en otras poblaciones», comentó.
Y reiteró que la demanda es por prácticas intencionales y negligentes en la producción y comercialización de armas que propician el trasiego ilegal y, en consecuencia, afectan a la población de México e incrementan la violencia en el País.
«México cree firmemente que no basta con que el Consejo promueva y fortalezca esquemas de gestión de armas y municiones, sino que es imperativo atender el ciclo completo de vida de las armas, incluidas la intermediación, la transferencia y los usuarios finales», agregó.
«Nuestras gestiones deben poseer un enfoque preventivo, como se debatió aquí mismo la semana pasada, con el fin de mejorar la identificación de riesgos y evitar que las armas caigan en las manos equivocadas».
En tanto, el representante del Gobierno de Estados Unidos aseguró que su país es el mayor proveedor de asistencia para mejorar la gestión de las armas pequeñas y ligeras.
«Hallamos muchos mecanismos que si se aplican correctamente contribuirían considerablemente a los esfuerzos internacionales para luchar contra el tráfico y desvío de armas pequeñas y ligeras», dijo.
«El acervo de trabajo del Consejo de Seguridad es fundamental, la deficiencia está en los esfuerzos nacionales de los estados para cumplir con las resoluciones».
La intervención del Gobierno estadounidense no duró ni cinco minutos.
Por su parte, el representante del Gobierno ruso consideró que el tema debatido era propio de la Asamblea General de la ONU.
«Las razones principales del tráfico son bien conocidas, se trata de legislaciones nacionales demasiado permisivas o lagunas legales en regímenes de exportación», comentó.
«La lucha contra el tráfico ilegal de estas armas y excedentes y almacenes es parte de las soberanía de los Estados, por eso la aplicación de las medidas dentro del programa de acción de Naciones Unidas debe hacerse a nivel nacional, y esto debe permanecer en el ámbito de la Asamblea General, es a única manera que podremos lograr el objetivo compartido de prevenir este tráfico».
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