Nadie lo veía venir, pues Sinner derrotó a Djokovic. El italiano Jannik Sinner, de 22 años y número cuatro del mundo, hizo lo que parecía imposible: derrotar al serbio Novak Djokovic, el rey indiscutible del Open de Australia, donde había ganado 10 títulos y no perdía desde 2018.
Esto lo hizo con un juego impecable, Sinner donde se impuso por 6-1, 6-2, 6-7 (6) y 6-3 en tres horas y 22 minutos de partido y se convirtió en el primer finalista del tan esperado primer Grand Slam del año. Gracias a ello, el domingo (09:30, Eurosport) buscará la gloria ante el ruso Daniil Medvedev, que eliminó al griego Stefanos Tsitsipas en la otra semifinal.
Un partido perfecto
Sinner demostró desde el primer momento que no tenía miedo al número uno del mundo y que estaba dispuesto a dar la sorpresa. De hecho, con un saque potente, un resto agresivo y una derecha demoledora, el italiano dominó el encuentro de principio a fin y no le dio opciones a Djokovic.
Sinner rompió el servicio de Djokovic en cinco ocasiones y no concedió ni una sola oportunidad de quiebre al serbio, que cometió muchos errores no forzados, especialmente con el revés, su mejor arma. De esta manera, el italiano se llevó los dos primeros sets con facilidad y solo tuvo un momento de duda en el tercero, cuando Djokovic salvó un punto de partido en el tie-break y alargó la resistencia.
Un final de infarto
Pero Sinner no se dejó intimidar por la reacción de Djokovic y mantuvo la calma y la concentración en el cuarto set. De hecho, el italiano volvió a quebrar el saque del serbio en el sexto juego y se colocó con 4-1 a favor.
A pesar de la diferencia de edad entre ambos jugadores, 14 años y 86 días, la más grande en una semifinal de Australia en la Era Open, Sinner se mostró más fresco y ágil que Djokovic, que acusó el cansancio y el calor (22 grados) y tuvo que recurrir a algunos estiramientos.
Por su parte, Sinner no desperdició su segunda oportunidad de cerrar el partido y lo hizo con una magnífica combinación de derechas cruzada y paralela que dejó sin respuesta a Djokovic. Ante ello, el italiano celebró con emoción su triunfo histórico y recibió el aplauso del público y el reconocimiento de su rival, que le felicitó por su gran actuación.
Un sueño por cumplir
Sinner ha logrado así el mayor éxito de su carrera y se ha convertido en el primer italiano en alcanzar la final del Open de Australia y en el más joven en hacerlo desde Rafael Nadal en 2009. Además, el italiano, que ya había sorprendido al mundo al llegar a las semifinales de Wimbledon en 2022, donde perdió ante Djokovic, ha dado un salto de calidad y grandeza que se esperaba de él y que le sitúa como uno de los mejores jugadores del momento.
Su éxito es muy bueno para el tenis, que ve cómo surge una nueva generación de talentos capaces de desafiar a los veteranos. Asimismo, Sinner tendrá ahora la oportunidad de coronarse como campeón de Grand Slam si vence a Medvedev, el número dos del mundo, que también busca su primer título mayor. Será una final inédita y apasionante, que pondrá el broche de oro a un torneo lleno de emociones y sorpresas.
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